viernes, abril 18, 2014

Tres vidas


Hace más de cuatro años escribí en un periódico aragonés este artículo a raíz de la publicación de la biografía más completa sobre García Márquez hasta ese momento. Hoy ha muerto el colombiano que nos llevó a todos de la mano a recorrer las selvas imaginarias, a comer el banano asado y a emprender sin descanso mil y una insurrecciones...
Gracias y adiós, Gabo.


"Dice Gabriel García Márquez en la biografía “tolerada” -que no autorizada- que ha conseguido sonsacarle el escritor inglés Gerald Martin tras 19 años de trabajo que todos tenemos tres vidas: la pública, la privada y la secreta. Eso parece cosa muy cierta, sobre todo para un hombre como Gabo, que a lo largo de sus más de ocho décadas ha ido creando a su alrededor un sinfín de leyendas. Sin caer en la tentación del marketing, esperaremos con ansia a descubrir que tiene que ofrecer entre sus páginas el libro, alambicado de anécdotas y detalles hasta ahora desconocidos de la vida del Premio Nóbel “por la tenacidad para investigar ciertos aspectos que sólo tienen los perros rabiosos y los ingleses”.

Así, gracias a un inglés, o quizá a pesar de él, podamos desentrañar algunos de los secretos que todavía permanecen ocultos en ‘Cien años de soledad’ y su arranque demoledor relatando el éxodo de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán hasta encontrar un claro en la selva y fundar Macondo “a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos”.


Resulta cuando menos trágico que haya tenido que ser un inglés quien nos descubra que es de la mala niñez de Gabo de dónde bebe el origen de todos esos maravillosos sentimientos de desamor, abandono y traición que se desparraman sin freno en la obra maestra del colombiano. Según cuenta García Márquez, perdió su virginidad en un burdel a los catorce años, experiencia que le resultó “sórdida y humillante” y que luego plasmaría con saña en sus libros. Ahora recuerdo que Camilo José Cela, en ‘Memorias, entendimientos y voluntades’ -uno de los libros con los que más me he reído en mi vida- relata también su primera experiencia sexual con algo más de sorna y riéndose siempre de sí mismo: “en una casa de lenocinio con una pilingui ni muy joven ni demasiado vieja que se puso hacer calceta mientras yo hacía lo que podía”.

Tanto Gabo como Cela, con sus seis vidas plagadas de secretos públicos e inconfesables, plasmaron en sus páginas experiencia aterradoras, crueles y maravillosas que hace que cuando nos detengamos en sus historias y las comparemos con la realidad actual no podamos sentirnos sino defraudados al ver como se repiten vidas y errores como ya anunciaba la sabia y vieja Úrsula cuando decía que "la vida gira siempre en redondo".


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